Estamos felices de presentarles nuestra nueva serie Espíritu Santo. Esta serie tiene como objetivo profundizar la comprensión y la relación de su hijo con el Espíritu Santo a través de interesantes lecciones, actividades y debates.
Lanzaremos una nueva sesión cada miércoles a partir del 17 de julio de 2024. Cada sesión estará disponible para su descarga gratuita y permanecerá accesible en nuestro sitio web. (Haga clic aquí para ver la introducción de la serie y otras sesiones)
Sesión 1: ¿Quién es el Espíritu Santo?
Objetivo: Introducir a tu hijo al Espíritu Santo, explicándole quién es, su papel en la Trinidad y cómo podemos tener una relación personal con Él.
Guía de lecciones – ¿Quién es el Espíritu Santo? (Sesión 1)
La Trinidad en Acción: Lee Génesis 1:1-2, 26-27 de la Biblia de tu hijo. Explica que, al principio, Dios creó todo. La Biblia dice que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas (Génesis 1:2) y que Dios dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen» (Génesis 1:26). Aquí, «hagamos» muestra la presencia de la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajando juntos en la creación.
Luego, lean juntos Mateo 3:16-17. Explica que este pasaje nos muestra la Trinidad de una manera clara. Cuando Jesús fue bautizado, los cielos se abrieron, el Espíritu Santo descendió como una paloma, y la voz de Dios el Padre habló desde el cielo.
Otra ocasión en la que vemos la Trinidad es en la Gran Comisión (Mateo 28:19), donde Jesús ordena a sus discípulos bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es Dios: Explica que el Espíritu Santo es Dios, lo que significa que comparte todos los atributos de Dios. El Espíritu Santo es eterno, lo que significa que siempre ha existido y siempre existirá (Génesis 1:2, Juan 14:16). Él es todopoderoso, tiene el poder de hacer cualquier cosa, incluyendo crear el mundo y dar vida espiritual a las personas (Job 33:4, Romanos 8:11). El Espíritu Santo es omnisciente, entiende los pensamientos más profundos de Dios y nos revela la verdad de Dios (1 Corintios 2:10-11). Él está en todas partes, presente con nosotros sin importar a dónde vayamos (Salmo 139:7-8). El Espíritu Santo es puro y santo, ayudándonos a ser santos y a vivir de una manera que agrade a Dios (Romanos 15:16, 1 Pedro 1:2). Finalmente, Él es el Espíritu de verdad, guiándonos a toda la verdad y ayudándonos a entender la Palabra de Dios (Juan 16:13).
Dado que el Espíritu Santo es Dios, merece nuestra adoración y obediencia. Él tiene el poder para ayudarnos, guiarnos y transformarnos para ser más como Jesús. Podemos confiar completamente en Él porque es omnisciente, omnipresente y siempre veraz.
El Espíritu Santo es una Persona: Explica que el Espíritu Santo no es solo una fuerza o una energía; Él es una persona. Pero, ¿qué hace que alguien sea una persona? Pregúntale a tu hijo qué hace que alguien sea una persona y anota sus respuestas. Pueden decir cosas como tener sentimientos, poder hablar, tener voluntad y ser capaz de amar. Explica que el Espíritu Santo tiene todas estas características. Él puede sentirse feliz, triste e incluso afligido (Efesios 4:30). El Espíritu Santo nos habla y nos guía (Juan 16:13). Él toma decisiones y tiene un propósito (1 Corintios 12:11). Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros.
Relación Personal: Podemos conocer al Espíritu Santo y tener una relación personal con Él, al igual que con otras personas. Habla sobre las maneras en que conocemos mejor a las personas. Pasamos tiempo con ellas, hablamos con ellas, las escuchamos y hacemos cosas juntas.
Toma un dulce favorito y comienza a comerlo. Describe lo delicioso que es y pregunta a tu hijo si se contentaría solo con escuchar lo bueno que es. Explica que así como quieren probar el dulce por sí mismos, necesitan conocer al Espíritu Santo personalmente, no solo escuchar sobre Él. Jesús prometió que enviaría al Espíritu Santo para llenar las vidas de aquellos que confían en Él.
Versículos Clave de la Biblia: Lean juntos Juan 14:16-17. Explica que Jesús promete enviar al Espíritu Santo para estar con nosotros para siempre. Pregunta a tu hijo cómo se siente al saber que tienen un ayudante que siempre está con ellos.
Oren juntos: Agradezcan a Dios por enviar al Espíritu Santo y pídanle que les ayude a ti y a tu hijo a entender y sentir la presencia del Espíritu Santo en sus vidas.