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Sesión 4: El Fruto del Espíritu
Objetivo: Enseñar a tu hijo sobre el Fruto del Espíritu al comprender cómo el Espíritu Santo nos santifica y nos ayuda a ser más como Jesús.
Guía de lecciones – Sesión 4: El Fruto del Espíritu
Santificación:
Explica que la santificación significa volverse más como Jesús. El Espíritu Santo trabaja en nuestros corazones para ayudarnos a crecer y cambiar para ser más como Jesús. Lean juntos 2 Tesalonicenses 2:13. Hablen sobre cómo el Espíritu Santo nos ayuda a tomar buenas decisiones, decir palabras amables y hacer cosas buenas que agradan a Dios.
Planten una semilla en una pequeña maceta con tierra. Explica que, al igual que la semilla necesita agua y luz solar para crecer, nosotros necesitamos al Espíritu Santo para crecer en nuestra fe y ser más como Jesús. Rieguen la semilla juntos y colóquenla en un lugar soleado como un recordatorio de cómo el Espíritu Santo nos ayuda a crecer.
Fruto del Espíritu:
Empiecen con una actividad mostrando a los niños diferentes imágenes de árboles y pidiéndoles que identifiquen cada árbol, como un manzano, un naranjo y un cerezo. Hablen sobre cómo es fácil reconocer el árbol por su fruto. Cuando confiamos en Jesús, el Espíritu Santo nos ayuda a producir frutos que muestran que nuestras vidas están arraigadas en Dios.
Presenten el Fruto del Espíritu. Lean juntos Gálatas 5:22-23. Expliquen que el Fruto del Espíritu incluye amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Estas cualidades reflejan el carácter de Jesús y muestran cómo el Espíritu Santo está trabajando en nosotros.
Dibujen o impriman un árbol en una hoja grande de papel. Recorten formas de frutas de papel de colores y escriban cada cualidad del Fruto del Espíritu en una fruta diferente. Dejen que su hijo decore el árbol con las frutas. Hablen sobre cada cualidad y cómo nos ayuda a ser más como Jesús.
Viviendo el Fruto del Espíritu:
Utilicen la historia del Buen Samaritano para ilustrar cómo vivir el Fruto del Espíritu. Expliquen cómo el samaritano mostró amor y amabilidad al ayudar al hombre herido, aunque otros lo ignoraron. Hablen sobre cómo podemos mostrar el Fruto del Espíritu en nuestras vidas diarias siendo amables, pacientes y amorosos con los demás.
Aplicación:
Hagan juegos de roles con diferentes escenarios donde su hijo pueda mostrar el Fruto del Espíritu. Por ejemplo, ser paciente mientras espera en una fila, mostrar amabilidad a un amigo que está triste o ser gentil con un hermano menor. Después de cada juego de roles, hablen sobre cómo el Espíritu Santo nos ayuda a mostrar estas cualidades.