Esta semana nos centramos en la parábola que Jesús enseñó durante su Sermón de la Montaña. Nuestro texto bíblico se encuentra en Mateo 7:24-29.
Algunos de los principales puntos en los que pensaremos son:
- La Biblia es la única base firme para nuestras vidas.
- Debemos escuchar y obedecer a Jesús.
- Tendremos tiempos difíciles. (La misma tormenta azotó ambas casas).
Los sabios y necios constructores – Guía de la lección
Empieza por preguntar a tus hijos sobre su libro de cuentos favorito. Invítalos a explicar lo que sucede en la historia. Intenta ayudarles a pensar en las lecciones que el libro nos enseña. Comparte cómo Jesús a menudo contaba parábolas a sus oyentes. Explica que una parábola es una historia simple que explica una verdad espiritual más profunda.
Lee la parábola de Mateo 7:24-29 y pide a tus hijos que le expliquen la historia. ¿Qué fue diferente entre las dos casas? ¿Qué casa sobrevivió a la tormenta?
Para reforzar la historia, busca una tina de plástico o una caja de almacenamiento. Coloca una gran roca o ladrillo dentro de la caja en un lado, y junto a ella, construye un pequeño montículo de arena. Luego, coloca una pequeña caja u objeto sobre la roca y la arena para representar las casas. Permite que tu hijo comience a verter agua en la caja. Rápidamente se verá como la arena se derrite en el agua.
Explica que Jesús contó esta parábola, porque la gente lo escuchaba enseñar pero no hacía lo que él enseñaba. Pregunta a tu hijo qué piensan que significa poner en práctica las palabras de Jesús. Da ejemplos de las veces que les pide que te obedezcan porque los ama y quiere protegerlos.
Juega un juego de elecciones sabias o necias. Dale a tu hijo algunas opciones y pídele que se pongan de pie si es una elección sabia (obedecer a Jesús) o que se siente si es una elección tonta. Así como que piensen en las cosas que honran a Jesús.
Por ejemplo:
Elección sabia | Elección necia |
Rezar por alguien | Golpear a alguien que no te agrada |
Dar a los necesitados | Robar algo que quieres |
Dar las gracias | Llamar a alguien con apodos negativos |
Muestra cómo la tormenta golpeó tanto la casa del sabio como la del necio. Recuerda a tu hijo que incluso cuando confiemos y obedezcamos a Jesús, tendremos días difíciles. Sin embargo, confiando en Él y obedeciendo sus palabras, siempre estaremos protegidos en Dios y listos para la tormenta.
Recuerda a tus hijos que Dios es bueno y quiere lo mejor para ellos. Cuando Él nos pide que obedezcamos la Biblia, es porque nos ama y quiere mantenernos a salvo. Intenta encontrar alguna advertencia de seguridad alrededor de tu casa o iglesia y habla sobre si sería sabio o necio ignorarlas.
Oren juntos y pidan a Dios que les ayude a construir su vida en la Roca y a obedecerle.
Historias imprimibles
Juegos y actividades
Juego de arena
Permite que tu hijo juegue libremente con la arena. Podrías usar una mesa de arena o incluso hacer un viaje a la playa. Anímalos a intentar construir una casa o un castillo de arena.Si estás fuera, podrías usar agua y rociar el castillo de arena.
Carrera de relevo de la Copa Pirámide
Jugar como equipos o individuales. Coloca algunos vasos de plástico o papel en el lado opuesto de la habitación de los niños. El niño debe correr para recoger los vasos uno por uno y construir una torre.
Si quieres hacer el juego más difícil. Añade la regla de que si la torre se cae, todos los vasos caídos deben volver al principio. El primer equipo o jugador que termine gana.
Cimientos de bloques de construcción.
Sería imposible dar una lección de la Biblia para preescolares sobre los constructores sin los bloques de construcción. A medida que construyas casas o torres con tu hijo, trata de construir en diferentes superficies. Piensa y habla sobre qué superficies son buenos cimientos.
Hoja de trabajo
Páginas para colorear – Los sabios y necios constructores
Hacer dos casas
Lo que necesitas:
- Plantilla
- Palitos de chupeta
- Pegamento PVA
- Arena de juego
- Lápices de colores
Qué hacer
- Colorear la plantilla
- Pegamento en palitos de chupeta
- Pegar sobre área de arena, rociar arena de juego. Sacudir el exceso.