En la lección de esta semana, aprenderemos sobre Ana y Samuel. Cubriremos el nacimiento de Samuel y su vida como niño en el templo. Su historia se encuentra en el libro de 1 Samuel 1-3.
Algunos de los puntos clave que examinaremos son:
- Dios escucha nuestras oraciones.
- Dios nos habla.
- Debemos cumplir nuestras promesas a Dios.
- Todo lo que tenemos le pertenece a Dios
Ana y Samuel – Guía de la lección
En la lección de esta semana, nos centraremos en nuestra relación con Dios a través de la oración. Hable con su hijo sobre lo maravilloso que es que podamos tener una conversación con Dios. Podemos hablar con Dios (use a Ana como ejemplo) y Dios nos habla (use a Samuel como ejemplo).
Usa vasos de poliestireno y un trozo de cuerda para hacer un «teléfono». Juegue con su hijo enviando mensajes de ida y vuelta. Ayude a su hijo a entender que la oración no es como un micrófono, donde solo hablamos con Dios, sino como un teléfono, donde hablamos y escuchamos.
Pregúntele a su hijo sobre algo que realmente quisiera. Puede ser un juguete o un regalo de cumpleaños y Navidad. Explique cómo Ana quiso tener un hijo durante mucho tiempo y que la gente solía burlarse de ella. Ella siguió confiando en Dios y le oró.
Explique cómo Ana le hizo una promesa a Dios. Ella le dijo que, si Dios le daba un hijo, ella se lo devolvería a Dios. Dé ejemplos de cómo a veces decimos algo similar. Por ejemplo, «Si me dejas salir a jugar, ordenaré mis juguetes cuando vuelva». Pero luego nos olvidamos o no queremos cumplir nuestra promesa. Ana cumplió su promesa a Dios. Hable sobre cómo no debemos decir cosas que no haremos.
Ana cuidó de Samuel hasta que tuvo la edad suficiente para llevarlo al templo. Explique cómo Dios nos da cosas para cuidar de Él, pero que todo es realmente suyo.
Hable sobre cómo creció Samuel (1 Samuel 2:26). Hable acerca de cómo Dios no solo quiere que crezcamos físicamente sino también espiritualmente.
Lea cómo Dios llamó a Samuel, en 1 Samuel 3: 1-21. Hable acerca de cómo Samuel no esperaba que Dios le hablara y pensó que era Elí. Explíquele a su hijo que somos muy importantes para Dios y que Dios quiere hablar con nosotros. Explique que Dios no solo les habla a los adultos. Recuérdele a su hijo que la Biblia es la Palabra de Dios y que Él siempre nos habla cuando la leemos.
Haga que su hijo repita «Aquí estoy, Señor». Hable sobre cómo debemos tener cuidado de escuchar a Dios cuando nos habla y cómo debemos responderle.
Ore con su hijo. Gracias a Dios que puedes hablar con él. Pídale que le ayude a escucharle.
Historias imprimibles – Ana y Samuel
Juegos y actividades
Estoy creciendo
Mire algunas fotos del bebé y hable sobre cómo ha crecido su hijo.
Mida la altura y el peso de su hijo o muéstrele ropa vieja.Hable acerca de cómo Dios nos ayuda a crecer físicamente y espiritualmente.
Teléfono
A la mayoría de los niños les encanta hablar por teléfono.
Permítales llamar a alguien que conocen. Tal vez abuelos o un amigo.Recuérdeles cómo podemos hablar con Dios en cualquier momento a través de la oración.
Hacer un Diario de oración
Decore un bloc de notas con su hijo y déjelo en un área familiar.
Puede pegar una imagen de personas o misioneros que su iglesia apoya. Tómese un momento cada día para mirarlo y orar por ellos.Durante toda una semana, escriba las oraciones y motivos de agradecimiento a Dios.
Hojas de trabajo
Ana y Samuel Página para colorear
Teléfonos de oración
Este es un gran oficio que también ayuda a desarrollar habilidades STEM.
Que necesitas
- 2 vasos de papel
- La plantilla
- Pegamento
- Tijeras
- Lápices de colores o crayones.
- Cuerda o piola
Qué hacer:
- Imprima la plantilla en una tarjeta o papel. Recoger suministros
- Coloree la plantilla.
- Corte las envolturas.
- Pegue los vasos de papel.
- Hagan un pequeño agujero en la base de cada taza. Solo lo suficientemente grande como para pasar la cuerda.
- Meta la piola a través del hueco. Ate un nudo en el interior de cada taza para asegurar la cuerda. Corte la piola extra.
Para usar: asegúrese de que la cuerda esté apretada. Hable por un lado. Escuche en el otro.
Muchas gracias…Dios les bendiga